El análisis en este campo pone de manifiesto la existencia de un amplio porcentaje de vivienda vacía, y con una capacidad limitada por parte del Ayuntamiento para intervenir en el mercado inmobiliario, tras la desaparición de la empresa municipal de vivienda. Sin embargo, sí existe la posibilidad de movilizar esos inmuebles vacíos para mejorar el acceso a los mismas, reforzando estas acciones con programas de ayuda a la rehabilitación y renovación del parque residencial. Además, existe suelo urbanizable, bien conectado con la ciudad existente, que puede servir para desarrollar nuevas políticas en este campo.

Por otra parte, la progresiva carestía de los precios de alquiler y la inexistencia de un parque público para este tipo de inmuebles llevan al éxodo a municipios colindantes. Además, los nuevos modelos de familia, más cambiantes y con menos integrantes, hace difícil a adaptación del parque de viviendas existente a sus necesidades. Sin embargo, el Ayuntamiento cuenta con un suelo edificable residencial que podría ser la base para un parque de vivienda de alquiler.

Relacionado con el fenómeno de la turistificación, se pone de manifiesto la problemática del doble uso de las viviendas para visitantes y estudiantes. Una situación que se podría gestionar gracias a la capacidad del Ayuntamiento y de su equipo técnico para la gestión del suelo en desarrollo de las previsiones contenidas en el planeamento urbanístico.