La diagnosis en este campo detecta la existencia de un cuerpo normativo municipal amplio, variado y actualizado, aunque hay ciertas partes concretas desactualizadas y con escasa incorporación de nuevas perspectivas conceptuales y/o técnicas. A esto último, se suma la falta de normativas que traten de manera integral grandes ámbitos temáticos.

La condición de Santiago como eje central de la comarca hace necesario el establecimiento de un marco de planificación territorial a escala metropolitana y de mecanismos de coordinación horizontal a nivel municipal. Herramientas que en la actualidad no existen, aunque sí hay organismos de gobernanza multinivel de coordinación vertical muy consolidados, como el Consorcio de Santiago. Además, existe la posibilidad legal de desarrollar organismos de coordinación horizontal con carácter global o restringido a temáticas de interés a nivel de área urbano.

En el que a la participación ciudadana se refiere, se detecta un riesgo de abandono de este tipo de iniciativas, pero que se pueden paliar utilizando organismos de carácter transversal como el Consello Económico e Social. En este caso, podría actuar de interlocutor entre la administración local y la sociedad civil con el fin de desarrollar iniciativas en las que participen ambas partes de una manera activa.