Con una clara tendencia al envejecimiento poblacional, Santiago necesita herramientas que garanticen la cobertura de las necesidades para garantizar la calidad de vida de las personas mayores, reforzando aspectos como los cuidados sociosanitarios y la economía social o la reducción de la brecha digital. Tal y como se concluyó en este encuentro, el Santiago del futuro deberá conseguir una ciudad diversa, cohesionada e inclusiva, que atienda a la vulnerabilidad, evite la discriminación y elimine la exclusión social, garantizando el acceso a los servicios básicos.

Desde el GIS de Dimensión Ciudadana destacaron la importancia de fomentar la implicación de la ciudadanía reforzando los consejos municipales de participación o los presupuestos participativos. Unas acciones que se deberán complementar, entre otras, con el empleo inclusivo y los usos de locales comerciales y otras edificaciones vacías.